martes, 31 de diciembre de 2013

                                     
                            LA VANGUARDIA: 17-4-1993



Tipo de periódico: La Vanguardia es un diario matinal de información general editado en Barcelona para toda España, que se publica en castellano y, desde el 3 de mayo de 2011, también en catalán Su primer número apareció el 1 de febrero de 1881. Se trata de un periódico serio.

Ideología del periódico: Pertenece al grupo Godó y se trata de un periódico catalanista

¿Abundancia de imágenes o texto? Sobre todo abundan las imágenes en blanco y negro como es lógico, aunque algunos titulares aparecen en color.

Orden del periódico:  Cuenta con las siguientes secciones: Internacional, Política, Opinión, Tendencias, Cultura, Deportes, Economía, Vivir (suplemento en las páginas centrales con papel de color salmón), Gente, Comunicación y Agenda.

Titulares: Son grandes en algunas páginas como en la sección de deportes y en otras normales

Publicidad: En este periódico no abunda demasiado la publicidad, cuando aparece lo hace casi siempre al final de la página. Es llamativa.



NOTICIAS...

Menos sexismo en el nuevo Diccionario

La Real Academia Española suprime acepciones contestadas por su machismo en 2014

Algunas definiciones son inexactas pese a haber sido incorporadas en el siglo XX

FERNANDO VICENTE
Borges se burló del Diccionario de la Real Academia Española (DRAE) con su característica inclemencia: “Cada nueva edición hace añorar a la anterior”. No parece que vaya a ocurrir con la versión vigésimo tercera, que saldrá a finales de 2014. Al menos desde el punto de vista del sexismo. Algunas de las acepciones más denostadas por su sesgo machista desaparecerán. Ya no será más huérfano quien pierda al padre que a la madre. Lo femenino no equivaldrá a débil y endeble, ni lo masculino a varonil y enérgico. Tampoco babosear tendrá entre sus variadas definiciones la de “obsequiar a una mujer con exceso” (aunque esta se enmendó durante una de las cinco actualizaciones realizadas desde 2001, cuando se publicó la 22ª edición del DRAE).
En las casi 93.000 entradas que recogerá la nueva obra (5.000 más que la actual) se incorporarán enmiendas en los nombres de profesiones o actividades que desempeñan mujeres. Entre otras, tendrán lema doble: alfarero, -ra, camillera, -ra, cerrajera, -ra, enterrador, -ra, herrero, -ra, picapedrero, -ra, costalero, -ra o soldador, -ra. Otras pasan a ser un nombre común en género, esto es, un término con masculino y femenino según el contexto, que sirve para unas y otros sin necesidad de alterar la terminación (el/la concertino, el/la submarinista o el/la guardabosque).

Polémicas buenas para el idioma

La abundancia de obras que abordan la lengua española corre un único riesgo

El peligro es que tales producciones se contradigan entre sí

La continua aparición de obras que abordan la lengua española da una buena pista sobre el interés que esta materia despierta entre los hispanohablantes. Tanto la Real Academia como el Instituto Cervantes se han esforzado por entregar al público una buena colección de libros que ayudan a hablar y escribir mejor; y a estas dos instituciones se ha sumado la Fundación del Español Urgente (Fundéu), promovida por la agencia Efe y patrocinada por el BBVA.
Esa abundancia, que podemos proclamar sin duda como una bendición para todos, corre un único riesgo: que tales producciones se contradigan entre sí. En algunos puntos ya sucede entre el Diccionario, la Ortografía, el Panhispánico de Dudas y la Gramática, pues las modificaciones se introducen en la última obra publicada y desautorizan tácitamente a la norma anterior. Sin embargo; la Academia ha tomado pronta conciencia de ello y aspira a resolverlo en breve. Para empezar, algo arreglará la inminente nueva edición del Diccionario.
Ahora acaba de publicarse Las 500 dudas más frecuentes del español, libro editado por el Cervantes. Pero, igual que sucede con los consejos de la Fundéu (tutelada por la Academia), este manual didáctico y amable, y de espíritu también americano, se remite en todo momento a la doctrina de la docta casa, lo cual reduce el peligro de descoordinación.
Las decisiones originales de la Real Academia que se van ramificando luego en esta serie de trabajos merecen en ciertos casos alguna que otra discusión, seguramente parecidas a las que ya se dieron entre los propios académicos; pero incluso esa polémica le hace bien al idioma. Tales debates demuestran que nuestra relación con las palabras no se ciñe al mero uso de una herramienta. También les damos un gran valor sentimental, porque vemos en ellas y en sus grafías todas las lecciones y todas las ideas por las que hemos transitado.

Suba ‘p’arriba’ y entre adentro

El Cervantes edita 'Las 500 dudas más frecuentes del español' para aclarar dilemas de la lengua

Hace unos días Víctor García de la Concha salió de su despacho corroído por una duda imperiosa.
—¿A gusto se escribe junto o separado?, le preguntó a su secretaria.
García de la Concha, director del Instituto Cervantes y antes de la Real Academia Española, confesó ayer cuál había sido su último dilema lingüístico y también que le asaltan frecuentes titubeos a propósito de las transliteraciones. “Dudar es comenzar a acertar”, afirmó durante la presentación del manual Las 500 dudas más frecuentes del español,editado por Espasa, para resolver cuestiones apremiantes sobre pronunciación, ortografía, gramática o léxico. “El año pasado”, recordó, “decía que hablábamos un español zarrapastroso. Este año tendríamos que empezar con una campaña positiva: ‘No maltrate el español. Hable y escriba bien”.
No parece que en un año se pueda superar lo zarrapastroso, aunque García de la Concha intentó desmarcarse del tono catastrófico. “El gran problema proviene de la lectura. La fijación de la norma y la riqueza de uso no se aprende en la teoría de un libro, se aprende a base de leer, uno se va empapando. Más libros, más libres. Más libros, más cultos. Más libros, más ricos”, resaltó. El buen hablar no significa atrincherarse frente a lo nuevo. “Todas las lenguas están en ebullición. Hay normas emergentes. La norma no es una prescripción de la Academia, es un aspecto de la descripción de la lengua que toma como referente al hablante medio culto”, precisó García de la Concha.
La nueva obra de consulta, coordinada por Florentino Paredes, profesor de Lengua española de la Universidad de Alcalá, sale a la calle un año después de El libro del español correcto, también del Instituto Cervantes, que se convirtió en un éxito editorial con más de 15.000 ejemplares vendidos, según Ana Rosa Semprún, directora general de Espasa.
El volumen se divide en cinco capítulos. El primero responde a seis cuestiones generales, entre ellas cuál es el nombre correcto o dónde se habla el mejor español. Los restantes resuelven incertidumbres sobre pronunciación, ortografía, gramática, léxico o redacción de textos, de las cuales se extraen los siguientes ejemplos.
FERNANDO VICENTE
— ¿Se debe escribir internet o Internet? “El DRAE, en su avance de la 23ª edición, presenta la entrada en minúscula, pero admite que se pueda escribir con mayúscula”.
— ¿Se puede usar la expresión bajo mi punto de vista? “No se considera recomendable. La preposición bajo aporta a las construcciones en las que aparece el significado de posición inferior, sea esta real o metafórica”.
— ¿Es correcta la frase yo de ti no me preocuparía tanto? “No, debe usarse la fórmula yo que tú”.
—- ¿Es correcto decir capaz que viene esta noche? “Sí, es correcto. Su uso es habitual en el español de América”.
— ¿Se puede escribir mp3? “Lo correcto es escribir MP3, con mayúsculas, puesto que se trata de siglas (Moving Picture Experts Groups, versión 3)”.
— ¿Está mal dicho iros ya, que se hace tarde? “Sí, la frase tiene dos errores. El primero es que se emplea mal el infinitivo por el imperativo. El segundo consiste en usar mal la forma del imperativo del verbo, cuya versión correcta es idos en el sistema que conserva la forma vosotros”.
— ¿Está bien dicho sube para arriba? “Sí, aunque es una expresión redundante. Estas expresiones, subir para arriba, bajar para abajo, entrar adentro, salir afuera, son admisibles en el uso oral y coloquial de la lengua, donde se utilizan generalmente con valor expresivo o enfático, pero debemos evitarlas en textos escritos”.
— ¿Hay dequeísmo en me alegro de que me hagas esa pregunta?“No, es una oración perfectamente construida. Hay que tener en cuenta que la secuencia de que no siempre es incorrecta”.
— ¿Me voy pa mi casa es un vulgarismo o un coloquialismo? “Depende. En la lengua hablada esa expresión habría que considerarla un coloquialismo (...) En el registro coloquial, por tanto, es posible decir pa en lugar de para. En cambio, la expresión pa mi casa habría que considerarla un vulgarismo si el hablante utilizase siempre pa, independientemente del contexto en que se encuentre”.

Una lengua cambiante y múltiple

Español de islas y tierra firme, deltas, pampas, cordilleras, selvas, costas ardientes, páramos desolados, subiendo hacia los volcanes y bajando hacia la mar, ningún otro idioma es dueño de un territorio tan vasto

Al perder la palabra, perdemos la memoria. Para ser trasplantado hay que ser arrancado de las propias raíces, porque la lengua no es solamente una forma de expresión que uno pueda cambiar en la boca a mejor conveniencia, sino que es la vida misma, la historia, el pasado, y aún más que eso, el existir en función de los demás, porque la lengua sola de un individuo hablando en el desierto no tendría sentido, menos para un escritor, que si existe es porque alguien más comparte sus palabras, y las vuelve suyas. Según evocaba Miguel Ángel Asturias la tradición del pueblo quiché, el mismo pueblo que nos heredó la magia del Popol Vuh, aquel que habla en nombre de los demás es el Gran Lengua de su tribu. (...)
Soy un escritor de una lengua vasta, cambiante y múltiple, sin fronteras ni compartimientos, que en lugar de recogerse sobre sí misma se expande cada día, haciéndose más rica en la medida en que camina territorios, emigra, muta, se viste y de desviste, se mezcla, gana lo que puede otros idiomas, se aposenta, se queda, reemprende viaje y sigue andando, lengua caminante, revoltosa y entrometida, sorpresiva, maleable. Puedo volar toda una noche, de Managua a Buenos Aires, o de la ciudad de México a Los Ángeles, y siempre me estarán oyendo en mi español centroamericano.
Español de islas y tierra firme, deltas, pampas, cordilleras, selvas, costas ardientes, páramos desolados, subiendo hacia los volcanes y bajando hacia la mar salada, ningún otro idioma es dueño de un territorio tan vasto. Me oirán en la Patagonia, y en Ciudad Juárez, un continente de por medio, y en el Caribe de las Antillas Mayores, y en el arco del Golfo de México, y del otro lado del dilatado Atlántico también me oirán, y oiré, en tierras de Castilla, y en las de Extremadura, y en las de León, en las de Aragón. Y en Guinea Ecuatorial, y en el desierto saharaui. Nos oiremos, hablaremos. Sabremos de qué estamos hablando, porque en la lengua, somos idénticos, estamos ungidos por la misma gracia.
Augusto Roa Bastos es un híbrido del español y el guaraní, de otra manera no existiría Hijo de Hombre. La sintaxis quechua entra en la escritura de José María Arguedas, de otra manera no existiría Los ríos profundos. Sin la lengua yoruba, congo o mandinga y su profundo palpitar de tambores, no existiría Songoro Cosongo de Nicolás Guillén, ni Tuntún de pasa y grifería de Luis Palés Matos, y sin el quiché tampoco Hombres de Maíz de Miguel Ángel Asturias.
Aguas revueltas de ríos distintos, una sola en su vasta y caótica diversidad que ya del lado de los emigrantes hispanos a Estados Unidos, se vuelve más vasta y sigue nutriéndose y transformándose. Porque una lengua viva, que emigra, y no se queda enclaustrada en su propia casa, siempre lleva las de ganar.
Tendremos identidad mientras la busquemos y queramos encontrarnos en el otro
Cuando en América hablamos acerca de la identidad compartida, nuestro punto de partida, y de referencia común, es la lengua. No somos una identidad étnica, no somos una multitud homogénea, no somos una raza, somos muchas razas. La diversidad es lo que hace la identidad. Tendremos identidad mientras la busquemos y queramos encontrarnos en el otro. Pero somos una lengua, que tampoco es homogénea. La lengua desde la que vengo, y hacia la que voy, y que mientras se halla en movimiento, me lleva consigo de uno a otro territorio, territorios reales o territorios verbales.
Estratos geológicos superpuestos, palabras escondidas abajo, y encima la agobiante modernidad que trastoca los vocablos que buscan el cauce de las necesidades tecnológicas, porque quien no inventa tecnología tampoco inventa los términos de la tecnología, y entonces la lengua abre sus valvas para recibir esas palabras ajenas, y volverlas propias, el inglés como antes el árabe.
No puedo sentirme solo. No tengo mi lengua por cárcel, sino el reino sin límites de una incesante aventura, de Cervantes a García Márquez, de Góngora a Rubén Darío, de Alonso de Ercilla a Pablo Neruda, de Bernal Diaz del Castillo a Juan Rulfo, de Lope de Vega a Julio Cortázar, de Sor Juana a Xavier Villaurrutia, de Miguel Hernández a Ernesto Cardenal, del Inca Garcilaso a César Vallejo, de Pérez Galdós a Carlos Fuentes, de Rómulo Gallegos a Vargas Llosa, de García Lorca a José Emilio Pacheco.
Es nuestra lengua mojada. La que entra oculta a los Estados Unidos en los furgones de carga, hacinada en los techos de los vagones del tren de la muerte en viaje de Chiapas a Sonora, la que pasa debajo de las alambradas, la que traspasa el muro inteligente, la que burla los detectores infrarrojos, la que no se deja encandilar por los reflectores, la que huye de los perros de presa que saben oler pobreza y sudores, y de los cebados granjeros de Arizona convertidos en vigilantes armados de fusiles automáticos. Vigilante. Palabra ésa que, ironías de la lengua perseguida, le pertenece a ella misma.
Quien no inventa tecnología tampoco inventa los términos de la tecnología
Emigra desde tan lejos como Bolivia, el Perú y Ecuador, acampa en el río Suchiate esperando la noche para pasar a nado, siempre acosada a lo largo de su marcha temerosa hacia el otro río, el río Bravo, clandestina, y por tanto subversiva. Es la lengua de la pobreza, que cae bajo las balas de los Zetas en su camino, lengua triste y masacrada que sin embargo vuelve a despertar al nombrar cada vez al dolor y la miseria, pero también la esperanza.
Renace todos los días, se aclimata, camina. Cambia mientras camina. El español de la Tierra del Fuego y el de los salares del desierto de Atacama, el de las alturas de Machu Pichu y el de la tierras caliente de Michoacán, el español del valle del Cauca y los llanos de Apure, el español de la estrecha garganta pastoril iluminada por el fuego de los volcanes que es Centroamérica, el español campesino del Cibao dominicano y el insaciable español habanero, el español tapatío y el de los chilangos de la región más transparente del aire, y el del desierto de crudos espejismos de Sonora, el español de las dos Californias, el de las madreadas mexicanas en Los Ángeles, el de los murmullos de los inmigrantes ecuatorianos y bolivianos perseguidos en San Diego, el de los nicaragüenses que lloran de cabanga en San Francisco por su paisaje perdido, el de los tex-mex del Paso, el de los chicanos de Yuma. La raza. El español de los hondureños dejados desde antaño en las costas de Luisiana por los barcos bananeros de la Flota Blanca, el de la Florida de Ponce de León donde se habla en son cubano, el de los salvadoreños, los tristes más tristes del mundo de Roque Dalton, en las barriadas de Washington, el vasto e intrincado español de los dominicanos, y los puertorriqueños de Nueva York.
La lengua que se paraliza en la boca es una lengua muerta. Y el español es también en los Estados Unidos una lengua literaria, que es la otra manera de que una lengua viva sin riesgos de muerte. Una lengua de los escritores que han traspasado la frontera, o que han nacido en el territorio de Estados Unidos, y escriben en español. Unos hablan la lengua, otros la escriben, y estos son sus dos puntales vitales. Es un asunto verbal, no territorial. Una cultura híbrida, variada, y contradictoria, sorprendente y sorpresiva, que varía su sintaxis, que crea neologismos, que se aventura a inventar.
Quienes la hablan y quienes la escriben son protagonistas de esa invasión verbal que cada vez más tendrá consecuencias culturales. Consecuencias de dos vías, por supuesto, porque cuando las aguas de un idioma entran en las de otro, se produce siempre un fenómeno de mutuo enriquecimiento.
La lengua que gana nuevos códigos cerca del lenguaje digital, de los nuevos paradigmas de la comunicación, de los libros electrónicos, de las infinitas bibliotecas virtuales que estuvieron desde antes en la imaginación de Borges, y que gana modernidad mientras se adentra en el siglo veintiuno.
El Gran Lengua seguirá siendo el vocero de la tribu. El que tiene el don de la palabra y representa así a los que no tienen voz. El que alza la voz, es él mismo la lengua, la encarna, y se encarna en ella. Guarda y publica la memoria de las ocurrencias del pasado, inventa, imagina, interpreta, recrea, explica, y seduce con las palabras.
¿A qué otra cosa mejor puede aspirar un escritor, sino a ser lengua de una tribu tan variada y tan vasta?

TRABAJANDO LA ORTOGRAFÍA...


Os dejo este link para trabajar la ortografía:
http://www.vedoque.com/juegos/juego.php?j=ortografia-vedoque&

LA IMPORTANCIA DE LA LECTURA.....





La lectura es una de las actividades más importantes y útiles que el ser humano realiza a lo largo de su vida. En primer lugar, la lectura, del mismo modo que todas las restantes actividades intelectuales, es una actividad exclusiva de los seres humanos, únicos seres vivos que han podido desarrollar un sistema intelectual y racional de avanzada. Esto quiere decir que la lectura es una de aquellas actividades que nos define por lo que somos frente al resto de los seres vivos. La lectura es una actividad que por lo general comienza a adquirirse muy lentamente desde temprana edad y se mantiene de por vida, es decir que no se pierde con el tiempo.

Por otro lado, la importancia de la lectura también reside en el hecho de que es a través suyo que el ser humano puede comenzar a recibir conocimientos de manera formal e insertarse así en el proceso tan complejo pero útil conocido como educación. La lectura supone siempre atención, concentración, compromiso, reflexión, todos elementos que hacen a un mejor desempeño y a mejores resultados.

Obviamente, la lectura puede realizarse de muchas maneras y con muchos objetivos. Así, no es lo mismo la lectura por placer que aquella que se realiza por obligación para cumplir determinado objetivo educativo o laboral. De cualquier modo, siempre la lectura actuará como un fenómeno que nos permite alentar nuestra imaginación, crear nuevos mundos en nuestras mentes, reflexionar sobre ideas o conceptos abstractos, entrar en contacto con nuestro idioma o con otros, mejorar nuestra ortografía, conocer más sobre otras realidades, etc. Es siempre relevante para que la lectura rinda sus mejores frutos que la misma se realice en ambientes relajados y tranquilos, que inviten a la concentración, que permitan que la persona se olvide de aquello que lo rodea y se sumerja en la historia que lee.



FELIZ AÑO CHICOS



Gracias porque ustedes hacen posible esta profesión!!!
Un saludo

CUENTO QUE REALIZAMOS EN CLASE...

MI AMIGO SEBASTIÁN...




Érase una vez un elefante llamado Sebastián que solía coger  sol todos los días en su hermosa tumbona.
 Cada día nada más llegar del trabajo cogía su tumbona, su bañador y sus gafas de sol y podía estar echado en la tumbona toda la tarde. Vivía en un paraíso donde el sol se ponía todos los días, nunca llovía, nunca se oía el murmullo del viento, el sol y el calor era lo que imperaba en ese lugar.
Un buen día Sebastián derrotado del trabajo se dispuso a echarse en la tumbona como de costumbre y de repente oyó un ruido extraño e inquietante.
Sebastián se levantó de su tumbona estupefacto y no se podía creer lo que estaba viendo.
Era una pantera que había llegado a ese lugar, calurosa, desorientada y en busca de ayuda.
Sebastián no lo pensó dos veces y fue corriendo a la orilla del rio para ayudarla. Una vez allí Sebastián le preguntó: ¿Te encuentras bien? la pantera asustada solo abrió la boca para decirle  ¡¡ Ala, que trompa más grande!!
Sebastián insistió: ¿Te encuentras bien? Al ver que no respondía decidió llenar su trompa de agua, y bañó a la pantera de arriba  abajo.
La pantera empapada era lo que iba buscando y se lo agradeció. Me llamo Celia,  me he perdido y estoy lejos de casa.
Sebastián le respondió: ¿Y cómo es que has llegado hasta aquí?
Celia le respondió: Me he enfadado con mi familia, sobre todo con mi padre, he ido a un sitio prohibido  y no veas la que me han montado. Me he escapado por la noche y he llegado hasta aquí sedienta y con mucho calor.
Sebastián tenía claro que debía de ayudarla pero para él era difícil, nunca había conocido a nadie ni  ayudado a alguien, su tumbona y los rayos del sol eran sus inseparables compañeros.
Sebastián no sabía muy bien lo que hacer, estaba confuso, y al final le dijo a Celia que fuera en línea recta hasta un bosque, allí encontraría un refugio.
Celia desorientada, triste y cabizbaja siguió el camino que le indicó Sebastián y desapareció de ese lugar.
Sebastián siguió en su tumbona un poco impactado por la situación que había ocurrido con Celia y se dejó dormir… Al caer la noche, Celia, que no se había ido de ese lugar, escondida entre unos matorrales, pasaba la noche como podía, sin comer ni beber.
A Celia se le ocurrió una brillante idea
Quería entrar a la casa de Sebastián y ver si tenía comida y bebida. Quería también birlarle su bonita tumbona, aunque veía que era bastante difícil.
Y así hizo. La pantera sigilosamente entró en la casita de Sebastián y empezó a comerse todo lo que tenía. Chuletones, carne a la brasa, salchichas… un sinfín de manjares que Sebastián tenía para comer durante el invierno.
Cuando Celia terminó de comer, muy sigilosa para no despertar a Sebastián, se dispuso a quitarle su más preciada tumbona, y así hizo.
A la mañana siguiente Sebastián se levantó del suelo y vio que no estaba su tumbona. Fue a coger algo de comida y no había nada, la vida de Sebastián cambió para siempre. Sebastián ya no era nadie sin su tumbona.
Pasaron unos días y Sebastián decaído y triste se sentaba al lado de un tronco y rompía a llorar cada vez que salía el sol. Sabía que tenía que buscarse la vida para llevarse algo a la boca.
Un día, Celia, arrepentida de lo que hizo, llegó a ese lugar y trató de hablar con Sebastián. Celia le dijo que había formado una familia nueva en un bosque encantado y que ella había sido la responsable del robo. Sebastián no podía creer lo que estaba escuchando pero ya le daba igual.
Fueron tantos días sin su tumbona y sin comida que se acostumbró a sentarse al lado del tronco y a pasear por ese lugar.
Celia avergonzada por lo que había hecho, había recapacitado y le propuso a Sebastián irse a vivir con él.
Y así hicieron Sebastián y Celia emprendieron el camino al bosque encantado y vivieron felices.

FIN

NOTA
(Hemos hablado de las correcciones acerca del cuento entre todos y todos coincidían en que hay muchas palabras con un vocabulario complicado para los niños, el final del cuento no es el adecuado, faltaba otro personaje, no voy al meollo de la cuestión no hace tantos detalles, que no le interesa al lector)